
Es el cause que derrama
Heridas de un muerto ilusionista.
Preso de la desconfianza viva,
De los hechos y palabras.
Ni arqueado en sábanas
Con su peluche de infancia
Puede opacar el miedo,
La locura y la cordura.
... “No es cierto y no lo creo” ...
Repite mientras
Limpia sus manos, mutilando
En su camisa, manchas de sangre.
... “Que has hecho de mi?!” ...
Grita mirando al cielo.
A quién reclamará respuestas?
Al muerto desfallecido?
Que quedó durmiendo en un ataúd,
Como heredero de la certeza destruida.
Tras intentos efímeros e imperfectos.
O a la muerta por nacer?
Esquelética, hostigada,
Pálida y doliente,
Que arañó el cajón,
Desgarrándolo con el puño y
Escarbó entre la tierra,
Para hallar la luz.