Engaño

Se fue para no volver,
Pero él prometió
Esperar
Con un abrazo eterno.

Buscando calma
En muebles vacíos,
Recordaba las voces que
No callaban.

Porque
No hubo palabras
Que lograra comprender
En esa noche,
En esa cama
De sabanas calientes.

Con suma de pretextos
Y palabras preparadas,
Hablaba sobre una búsqueda,
Algo que faltaba.

No lo dejaba responder,
Tampoco abrazarla.
Tantos años de lucha,
Para irse sin nada.

Salió sin despedirse;
Fue al lugar de las
Ultimas tardes,
Mientras él trabajaba.

Llego a la hora
Acordada,
La otra la esperaba.
Y ella con su voz
Entrecortada dijo:
Soy libre,
No tengo mas nada.

La otra respondió:
Lo siento, pero ahora
Mi hijo podrá reclamar
A su padre que tanto lo
Descuidaba.

My Lord

Te extraño vestido fuerte
Cuando sonriente coqueteas.
Tu, creador de las palabras,
Apasionando cuerpo y alma.
Extraño tu mirada penetrante,
Tu abrazo certero,
La caricia concediendo calma.
Te extraño
Cuando proteges mis desvelos
Uniéndolos con los tuyos
Y tomas mi mano,
Derrochando la palabra princesa.

Te vi esa tarde,
No recordaba el último
Encuentro.
Me emocioné,
Pero no eras para mi
Y me pregunto a quien
Estarás entregando
Tus palabras y tu hombría.
Porque tus flores
No llegan
Y mis lagrimas tiñen
De amargura
La rapidez,
Con la que te alejas de mi.
Mientras evoco
Momentos
Que ya no están,
Esperando algún dia
Volverte a ver
Realizado para mi.

Y sumo otra noche sin dormir
Junto a mis sabanas mojadas
De tanto pronunciarte,
Jugando al intento de
Acercarte
Pidiéndome que salte,
Que me entregue sin temor,
Enloquezca de placer
Y me sienta libre de
Pedir a mi antojo
Cuantos besos
Destruyan mi rabia.

Pero despierto y
No concibo estremecer
Aunque me nazca bien adentro,
La caída de tus ojos.

No es queja My Lord,
Sino dolor
De saberte perdido
En otros caminos,
Regalando mis palabras
A todas las bocas
Sin acertar en la princesa
Que dejaste
Con la música en soledad.

El tiempo

Una vez
elegí una cueva,
las garras
no asechaban,
aunque recordando
noches eternas,
las horas traicionaban.

La dinámica
durmió en mis piernas,
alejando sentidos,
aislando batallas
en una culpa ajena,
con una huella marchita
indagada sin pausa,
que derramaba violencia
sobre gotas de nostalgia.

Donde la música jamás
se limitó
y la huida siempre espero
bailar en la sombra,
con miedo a morir,
consumida y helada.

Mientras lo desconocido
supuraba por los bordes,
invitando al abismo
proponiendo calma.

Incierto

Vida y destino.
Fuimos hierba
Entre árboles
Expulsados
Sin retorno.

Coraje y madurez.
Dispositivos ausentes
Del mundo infantil
Rasguñan la cortaza
De la piel inferior.

Poderoso y mágico.
Intento fallido
Con mordiscos de castigo;
Mientras replico:
Suéltame o aprieta mas fuerte.

Lucha y rebelión.
Movimientos furtivos
Procurando no
Salir ilesa,
Llena de ti,
Inundándote de mi.

Miedo y huída.
Disgregando distancias,
Sin acertar
Esas verdades que
Tus ojos despliegan.

Desgarro y muerte.
Circulando por mis venas
Aunque de mi sangre
Solo fluyas en recuerdos.

El Hada y la Oscuridad

- Ya no hay mas hada?
- No, alguien la mató.
- Tú sabes quién fue?
- Los que no creyeron en mí.
- También tú que la dejaste ir.
- Por eso quería preguntarte algo.
- A tus servicios.
- Quiero que me enseñes tu oscuridad.
- Piensas que soy fría?
- No para nada, pero quiero hacerme fría.
- Y yo que quería tu claridad.
- Cambiemos.

- Estas segura de lo que me pides?
- Necesito no sentir mi corazón latiendo por él.
- El ser mas fría, no frenará tu corazón,
Lo seguirás sintiendo y aún peor.

El hada al verse traicionada, no
Deseaba otra cosa que ocultarse
No sentir, no llorar,
Dejar de creer.

Consejo, dijo la oscuridad.

El corazón dejará de doler,
lo malo no dura para siempre.
Es en la luz, donde lo claro se ve.
Y en la oscuridad solo encontraras
dolor y arrepentimiento.

La oscuridad, intentando
un roce de nobleza,
Trataba de hacerle
desistir al hada
De su intención,
pero ella no escucho razón.

Fue entonces como la oscuridad
recibió la luz del día
con toda alegría
Y el hada se guardo
en los suburbios fríos,
arrepentida en la oscuridad
para siempre.

Rebote de castigo eterno

Atormentada era la noche
Colmada de recuerdos,
Aunque tenía el plan consumido.

Traté, busqué
y mil veces me escapé.
Sin embargo, otras me ocupé
De las sobras del desastre.

Los días eran copias del anterior,
Seguirte los pasos
Por mas no quisiera,
Para que no siguieras los míos.

Estaba sola, tenía que esperar
El día siguiente.
Aunque a veces en el silencio,
Uno escucha cosas que no quiere...

No advertí la espera,
Los minutos eran horas.
Junto a los cigarrillos
En el cigarrero.

Todas las fotos
Me miraban,
Pero solo la tuya me enloquecía.

Tapé mi cabeza con la almohada
Y todo volvía a mi como
Rebote de castigo eterno.

La vida en segundos,
El abuso,
El camino errado,
Las locas ideas
De exterminarte.

El no defenderme a tiempo,
No luchar por lo correcto.
El dejar que
Pasaras por encima
Una y otra vez.

Deliré en recuerdos
Y caí en mi último sueño.
Desperté ya en madrugada.

Recordé con rabia la noche y dije
‘’Hasta aquí ha de llegar’’

Fui hacia el sótano
Busqué la caja dorada.
Saqué el cartucho
Lo mire con gracia y pensé
‘’Así que vas a ser tu pequeñita,
la que perforaras la
ausencia de mis días’’

Tomé el viejo rifle,
Cargue el cartucho.
Me senté en la silla,
Incliné mi cabeza y
Apoye el rifle en el suelo
Para ubicarlo directo a mi garganta.

Cerré los ojos y gatillé.
Un ruido explosivo reventó mis oídos.
No era lo que esperaba
Esta es la muerte? Me dije.

Sentía solo
Dolor en los oídos y algo frío
Que corría entre las manos.

Abrí los ojos, mire el rifle
Que había explotado en el cargador
Con mi mano cubierta en sangre
Y mis oídos silbantes.

Se abrió la puerta de un golpe
Giré y te vi,
Me apuntaste,
Y me liquidaste.

Una noche de terror

Tengo miedo, soy grande, lo se
Pero este miedo me dieron ganas de llorar.
Tuve que encender la luz,
Mire hacia todos lados, te buscaba.
En mi mente estabas
Todo descuartizado, pelo largo,
Cuerpo desnudo, quebrado
Pintado en sangre,
Con ojos llenos de ira
Boca abierta, gritando.
Venías a toda velocidad,
Sacudiendo los brazos.

Tengo miedo, me hiciste llorar
Miro hacia un lado,
Hacia el otro.
Lo decido.
Me has hecho levantar
Porque sigues estando ahí.
Me voy a un lugar mas seguro.
La habitación.
Estoy sola, pero me acompaña la luz
Y la radio.
Te sigo pensando
Desarmándote entre pasos agigantados
Porque corres hacia mi?
Porque me quieres agarrar?
Que es lo que quieres de mi?

De repente, la radio hace ruido
Parece que hubiera perdido la señal
Me asusto, no se que pensar.
La luz se corta
Mi corazón está punto de estallar
Busco una linterna

La puerta que hacía minutos
Estaba cerrada
Se abre, sin poder entender.
Ahora si aterrada
Consigo una linterna.
Alumbro hacia la puerta
Lloro
La puerta esta abierta
Como? Porque?
Si la deje cerrada.
Alguien toca mi espalda
Me doy vuelta
Y ahí estas.

El lobo y la luna

En un tiempo sin tiempo, cerca de uno de los principios,
la luna era siempre redonda y lejana,
atada detrás del cielo y colgada de la nada entre vacíos.
Miraba el mundo a sus pies coronada de plata y olvido.
Y estaba bien mirando en la distancia.
Pero una noche, distraída, se acercó demasiado a la Tierra
y se le enredaron los dedos en las ramas de un árbol.
Cayó de pie sobre la hierba y de repente
le salió al paso una sombra oscura:
pelo crespo, ojos negros y una sonrisa lobuna.
Cabriolas de luz de luna enmarañada de lobo jugando entre arbustos y colinas.
Aullidos y risas y rumor de estrellas entre las hojas.
Pero todo lo que empieza acaba
y el lobo volvió al bosque y la luna al cielo...
Cuenta la leyenda que antes de separarse,
la luna le robó al lobo su sombra para vestirse de noche el rostro
y recordar el aroma de bosque.
Y que desde entonces el lobo le aúlla a la luna llena
que le devuelva su sombra...

Cerradura

Porque te veo con los ojos
que tu quieres que te vea.
Y asi mismo no me ves.
No hay camino que esquives,
sobre tí pronto caeré
Y estaras buscando mirarme,
con mis ojos de aquella ves,
mientras yo con los tuyos,
que nunca supiste ver.

Poema Corto

Fue ceniza de cimientos muertos,
el amor la derribó.
Solía ser pájaro de alas rotas
y dijo: ''no puedo darte el amor
que ya no es tuyo''
Escrito estaba
y asi fue,
se precipitó
dejando rastros sin nombres,
aflorando huellas incurables.
Fue su regalo el abandono
y la sorpresa el trago del olvido.

De repente la muerte

Sangrías noches me aguardaban,
pálida hasta las entrañas,
cansada de la cama,
la comida,
del dia siguiente.
Con sumisión decidí ver el ocaso por última vez.
Él me estaba esperando.
Una gris melodía me acompañaba
con el saberme ya diferente.
De repente el sol murió en las montañas
y por detrás una fría brisa me abrazaba.
Era Él, dispuesto para el crímen,
preparado para ser.
Tomo mi mano
y con ojos penetrantes del olvido dijo:
''Ya no habitarás este mundo,
ya no sentirás el dolor ajeno,
ya no te preocupará si ries o si lloras,
si duele o mejora,
ya no habrá noches de vela en silencio,
ya no sentirás la despedida.
Ya mira alrededor!!
ya saludalos por última vez!
despídete!
suelta la respiración!
te llevo conmigo!!

Desde Lejos

En el silencio siento pasar hora tras hora,
como un cortejo lento, acompasado y frío...
¡Ah! Cuando tú estás lejos, mi vida toda llora,
y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío.

Yo sé que volverás, que brillará otra aurora
en mi horizonte, grave como un ceño sombrío;
revivirá en mis bosques tu gran risa sonora
que los cruzaba alegre como el cristal de un río.

Un día, al encontrarnos tristes en el camino,
yo puse entre tus manos pálidas mi destino
¡y nada de más grande jamás han de ofrecerte!

Mi alma es frente a tu alma como el mar frente al cielo:
pasarán entre ellas, tal la sombra de un vuelo,
¡la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!

Delmira Agustini (1886 - 1941)

El Adios

Porque no hablar del amor
cuando duele,
que son entonces las hojas del arbol
cuando mueren,
o el atinado desierto sin salida.
Todo se frena, todo termina.
Es la nostalgia de lo vivido
mientras cede.
O acaso la viuda negra no mata
y despues se cierne.
Quien puede asegurar salir ileso,
si las marcas quedan dentro
como raices bien definidas.
Y quedara el recuerdo
del nunca jamas,
porque me plante y dije,
''levante la mano
quien no ha sido tocado''

Durmiendo Eternamente

Sombria es el alma al a ver el destrozo
Inquietas mis ansias al desojar al tramposo
Luna que muestras todos tus colores
Sobre sombras en el piso se descolora la imagen
Gris rellena el manto donde una ves dormi
sin preocuparme
Espinas rodearon mi alcance
Esa noche he vuelto a levantarme
Rompere, destrozare, masticare
Cada espina a mi alrededor
En las noches de luna llena
Evocare mi resplandor
Llevare las sombras detras mio
Cambiare el dolor por mas dolor
Con lagrimas curare el lugar
Donde tanto tiempo relaje
Mi cuerpo cansado de luchar
Sera la misma tierra que pisamos
Seguro te encontrare pero ya en vano
Mis ojos se clavaran en tus ojos
Te ostigare hasta que bajes la mirada
Hasta que te muestres fiel a mi carma
Sentida es la noche que te aferraste a mi alma
En la oscuridad, sus grises y sus sombras
Cambiaron tu talla
Con mis uñas escarbare cada entraña
Limpiare cada una de las faltas
Para asi poder dormir otra ves en la calma