
Fue ceniza de cimientos muertos,
el amor la derribó.
Solía ser pájaro de alas rotas
y dijo: ''no puedo darte el amor
que ya no es tuyo''
Escrito estaba
y asi fue,
se precipitó
dejando rastros sin nombres,
aflorando huellas incurables.
Fue su regalo el abandono
y la sorpresa el trago del olvido.
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