Agotado después de un dia mas de lo mismo,
Llego a su casa, se puso a escuchar el único
Tema que lo hacía calmar por las noches.
Una canción llena de paz, donde
Rememoraba recuerdos de infancia,
De cuando la vida, era vida al fin.
Se acostó sin ganas de comer,
Miro las fotos pegadas
En su placard por un largo tiempo,
Hasta que soltó un llanto desconsolado,
Abrazando una vieja almohada de hilo tejido.
Le dolía el estomago, y tenía arcadas de pensar
En el día siguiente.
Su vida ya no era la misma,
Había luchado lo suficiente y nada cambiaba
Sus padres no iban a volver a estar juntos,
Sus hermanos ya tenían otra vida,
Pero el seguía en ese cuarto de pieza
Diminuto y solo.
Se sentó en la cama, sacó la billetera de su
Bolsillo, la vio vacía y la tiró contra la pared.
Se agarro la cabeza apoyando los codos en las
Rodillas.
Después se levantó precipitado,
Abrió la vieja heladera, que apenas funcionaba
Y solo había una botella de agua.
Miró atentamente el cuarto, la mesita de madera
En la que en ocasiones comía,
La silla con una pata floja y el techo
Con esa abertura del ventilador que nunca
Pudo poner.
Un escalofrío corrió por su frente,
entonces no lo dudó.
Se acerco al placard,
Besó cada foto; su hermana
Con su sobrino; su mamá y el cuando eran chicos;
Su papá, el que siempre estuvo ausente.
Tomó un papel, una lapicera y escribió una nota,
Dejándola después sobre la mesa.
Acercó la silla a la abertura del ventilador,
Hizo un nudo en el techo con una soga,
Que usaba para mantener la heladera cerrada.
Se subió a la silla y el otro extremo de la soga
La anudó a su cuello.
Miró al techo, llorando,
Cerró los ojos, respiró profundo y salto.
La nota decía:
“Cobardes aquellos
que no logramos dejar el pasado atrás”...
Escritos que salen del alma, poemas, pensamientos, redacciones a cerca de la vida, el amor, el dolor, la pasion y la muerte. En ellos podras reconocer palabras que te traeran recuerdos de momenos vividos.
sábado, 29 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
Destrucción

Esta noche, una lagrima mas
cae por ti,
Porque ya no te siento,
No estas aquí,
Aunque estés próximo.
Y pienso entre estas cuatro paredes,
En todos los momentos que pasamos,
Con todas sus situaciones.
Y en otras ocasiones, mi cama
Se humedece tan solo al recordarte,
Duro, recto, encima y junto a mi.
Arañando tu espalda,
Fundiéndonos en un beso
Y penetrando hasta el fondo
De la ultima gota de placer.
Pero despierto y no estas.
Ni las palabras, ni los versos,
ni las prosas.
Menos tus ojos, tu boca
y tus manos.
Así tampoco tu cuerpo, tu alma
Y tu corazón.
Y dices que estas esperando
El momento perfecto.
Demorando quizás lo que ya no
Puede renacer en ti.
Y yo, perdida en el tiempo,
Desnucada de tanto asentar
a la paciencia, Lloro...
Porque no hay mas nada
de que hablar,
Si ya no puedes estar,
Ya no tiene sentido buscar,
añorar, recordar,
extrañar, esperar...
Si tu, claro se, no volverás.
Porque lo has sabido
desde el principio
Y hasta yo también estuve atenta.
Solo que no podía convencerme
De que tanto amor que pude darte,
No era merecedor del corazón,
Ese que portas para todas,
Pero asimismo para nadie.
domingo, 16 de mayo de 2010
Única

Tanto misterio al conocerte,
Tan impresionante fue dibujar
Desde un principio
Con mis ojos tu forma, tu ser,
Tus palabras, tus silencios,
Tu presencia, como así también
Tu ausencia.
Buscarte para encontrarte,
Era mi meta,
Y cuando lo logré,
Me entregué entera a tus pies,
Ofrecí cada centímetro de mi piel,
Para que hagas con ella,
Lo que tu amor en antojo quisiera.
Por cuanto tiempo te adoré,
En cada rastro, cada corte de mi piel,
Con cada recuerdo,
Lleno en perfume que recorrí
Tantas veces tu amanecer.
Y el tiempo me dio la desventaja,
Las sombras opacaron mi ser,
Sellaron mi boca,
Y quemaron mi piel.
De repente en una suma de
Ausencias
Te vi desvanecer.
Quise culpar al destino,
Culpar la certeza,
Culpar a la remota idea,
De que a nadie puedo pertenecer.
Entonces tiré de la cuerda
Y sola, destejida,
Se quebró.
Un misterio quedó
Sin resolver.
Las esperanzas se fueron
Perdidas con mi sed.
Formaron el pasado
Y el presente
De esta ansiosa búsqueda,
Misteriosa,
Sin pausa pero sin fe.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Tiempo

El demonio abrió los ojos,
Olfateó la tierra húmeda.
La encontró propicia
Para su próximo ataque.
Divisó a lo lejos a unos siervos.
Se les acerco
Con sus demoníacos ojos,
Abrió la boca y
Escupió fuego.
Al final de las luces
Una parte de el
No sobrevivió,
Mas allá de todo lo que se
Alejó
Y la costumbre que nubló,
El olvido de buscar.
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