Y la lluvia moja mis mejillas
Con esa divinidad pura
Que tan solo ella, fresca
Y limpia lo puede hacer.
Me brinda momento de sosiego,
Donde respiro profundo
Y mantengo la gracia
De asentarme en esta tierra,
Como responsabilidad de
Pertenencia.
He aquí el silencio y ella,
Con distintos tamaños
Y melodías.
Canta suave para mi
Vibra para mi
Baila para mi
Me cobija y vuelvo
A sonreír.
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