Se sacan los ojos como lobos feroces
Gritan hasta desgarrar sus gargantas
Amenazan llevarse el mundo por delante.
Uno se le acerca provocándolo diciéndole,
Lo tanto que lo odia
El otro se protege en un paso atrás
Culpándolo de haberle
Pisoteado la vida.
A lo lejos otra percibe
La guerra.
Se les acerca y en silencio
Levanta una mano de un lado
Y la otra del otro
Mientras los gritos incesantes
Continúan.
Uno por fin decide dar un
Portazo a la puerta mientras
Prepara su bolso, asegurando
Que su vida no esta en ese lugar.
El otro en un llanto desconsolado
Jura morirse al verlo irse.
Entonces ella que antes solo mediaba,
Con sus manos la desdicha
Decidió darles un grito ensordecedor
Y los dos quedaron en un silencio aterrador.
Al rato, uno se le acerca
Disculpándose, mientras el otro
Llora pidiendo perdón
Ella se cierra tras la puerta,
Rogándoles silencio
Y piensa en cuantas posibilidades hay
De que se enteren que los de ellos
Queda ahí, mientras prometen su
Cena favorita, en compensación a lo ocurrido,
Mientras ella carga
Mas peso a su mochila y
Siente que en cada puntada
Al corazón, sus latidos van
Sumando más desgracias.
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