miércoles, 30 de junio de 2010

Los árboles mueren de pie - Alejandro Casona

... ¡Era algo tan atroz que mis entrañas
se negaban a creerlo! Sólo una
esperanza me quedaba ya: "por lo menos,
delante de mí no se atreverá".
Y he esperado hasta el último
momento una palabra buena,
un gesto de piedad,
una vacilación siquiera...
¡Algo a que poder aferrarme
para perdonarte aún!
Pero no.
Has ido directamente a la
llaga con tus manos sucias...
¡A donde más dolía!...

No hay comentarios:

Publicar un comentario