domingo, 12 de enero de 2014

¿Y qué nos queda?

¿Y qué nos queda?
Fotos, vestigios de un momento feliz.
Inamovible, deteriorada con el tiempo,
Imposible de recuperar.
Vencida en el plazo a la hora de amar.
¿Y qué nos queda?
Más que llorar esa perdida,
Soñar con un reencuentro que no sucederá,
O seguir añorando aquellos tiempos,
Donde lo complicado se hacía simple,
Basta con una sonrisa.
¿Y qué nos queda?
Cuando nos cansamos de mencionar
La palabra familia,
El futuro de nuestros hijos,
El colegio donde los íbamos a mandar.
Pero en este par de mitades,
Cruel realidad impura,
Nos repartimos responsabilidades,
Donde escondemos palabras o miradas
Por el bien de ellos.
Nos basta su sonrisa,
A veces comprada con regalos,
Para empujarnos a seguir.
¡Si que aquellos tiempos eran milagrosos!
Bastaba vernos juntos solo

Para atravesar la vida…

viernes, 10 de enero de 2014

Todo empezó con una taza de café (parte III)

No quería interrumpir mi tranquilidad estos días, pero lógico, a veces suceden cosas que uno no espera.
Durante el correr de los siguientes 13 meses (casi exactos), tuve acontecimientos raros, de esos que por ejemplo vas  en la calle y "zas", ves a algo o a alguien y ¿que pasa?, te recuerdan a ella...
Bueno de esos me pasaron miles en estos últimos meses, tanto que por momento se me hacia hasta incómodo, sin embargo tenia decidido dejarlo pasar, seguir con mi vida y no complicarmela.
Una noche, pasó lo que mi mente se negaba a que pasara y mi corazón lo esperaba ansioso.
¡Y si chicas!, esta cuidad es chica, todas nos conocemos y tarde o temprano sin que lo imagines, la tenés frente a frente y vos pálida con cara de tonta conmovida, te pones a pensar en ese segundo que cara poner para no quedar mal.
Lo más gracioso fue que la cruce en el medio del centro, mientras mi cabeza estaba llena de horarios, trámites y el calor que me tenia loca de atar. Justamente chocamos de frente,como dije anteriormente, ella instantáneamente sonrió como si fuera una bendición caída del cielo ese choque, ¿Y yo? todavía estaba pensando que cara poner...
Sin medir consecuencias, ella se apresuró y dijo: «Por favor, te invito a tomar algo fresco, hablemos»
Y yo... bueno, me hacia mucho calor y si, ya sé, no tengo porque mentirles, esperaba en parte que eso pasara.
Así que fuimos, nos sentamos en el primer bar que encontramos abierto, se ve que no quería retrasar el momento de sentarnos tranquilas y hablar.
Empezó con la frase clásica: « Que calor que hace», a lo que fácil le respondí: « si, esta terrible» y me quedé mirando al horizonte como esperando que empezara con lo que habíamos dejado durante todos estos meses.
Rápidamente, al verme ida en mis pensamientos, empezó a confesarse con los nervios de una a la que se le está por ir la otra apenas termine la oración y haga una pausa.
Vamos al grano, sus justificaciones eran justas y yo solo pensaba en que había pasado tanto tiempo, que todo eso para mi había quedado atrás.
Condénenme chicas si les digo que de repente la miré a los ojos y me quede perdida en ella. Que débil que soy, ¡Lo se! ¿A cuántas le pasó?
Claramente le dije entonces, que estaba todo bien, que eso ya estaba en el pasado y ella de momento presente se defendió o se etiquetó con el «estoy soltera, me he quedado sola todo este tiempo, porque no he podido olvidarte y siempre he estado pensando en ti».
A lo que yo respondí muy filosa «Y si ha sido así, ¿Porque no hiciste de algún modo en buscarme durante todo este año?»
Palabras inconclusas que te llenan de dudas, en la que vos no podes confiar del todo y buscas la salida más fácil o práctica para no quedarte sin el pan y sin la torta jeje
«Mira, voy a ser muy sincera, he estado muy bien este tiempo y no quiero complicarme la vida»
Basta de la nena débil que se deja engañar con palabras de cariño, la insinuación era muy clara y ella instantáneamente asentó sin poner contras.
Así que aprovechamos todo ese tiempo de espera, por decirlo así, tantos meses de pensarla o de imaginarme algo que no iba a suceder y lo hicimos.
Me dijo: «Quiero volver a verte, no dejemos toda esta coincidencia en la nada».  Por supuesto, le respondí, pero sin compromiso, ni queja, ni reclamos.
Ya lo se, este tipo de encuentros, los que algunas le llaman "ocasionales", lo único que provoca es problema, porque al fin y al cabo y no se si a ustedes les pasa, no se puede tener algo sin compromiso, cuando tu cabeza o tu corazón se cruza y te empieza a pechar en la duda, porque al fin y al cabo, en algún momento nacen los sentimientos.
Un día después nos vimos, tuvimos una cena hermosa bajo la luz de las velas, de esas que parecen de película.
Por el trauma que ustedes ya conocen, decidimos irnos para estar juntas en un hotel. nada de casa, con llave, nada de desayuno pre-matrimonial, ni vestigios de enamoramiento.
Les confieso chicas, fue fantástico, otra vez sentí que el mundo se me hacia muy chico, me quedo muy corta al decir ¡¡¡Lo disfrute muchísimo!!! jejeje
Por una cuestión de respeto al lector, voy a descartar posiciones, formas, de atrás, de adelante, de arriba o abajo, espejo, jacuzzi , juguetes, crema...
De todas formas, creo que con estas simples palabras sueltas, ustedes cabecitas pervertidas se hacen una linda idea de lo que fue jaja.
Al pasar un par de  horas, el turno estaba cumplido. Después de tanta entrega, necesitaba mostrarme fuerte así que de la nada, empecé a vestirme y me pregunto:
«¿No querés que nos bañemos juntas?» y respondí: «No gracias, suena demasiado intimo, a parte tengo cosas que hacer» jajaja después de todo lo que habíamos hecho pufff, pero bueno chicas, fue lo primero que se me ocurrió.
Me vestí tranquila de a poquito y ella siguió insistiendo con: «¿Y un desayuno?»
Yo: «Mmm no gracias, no soy de desayunar»
Indudablemente, hiciera lo que hiciera y como lo hiciera le iba a costar y solo por una cuestión de orgullo...
En fin, nos saludamos con un beso bien provocador y cada una a su vida.

Al medio día ya tenia su mensaje al teléfono, haciéndose la novia preguntándome como estaba, si me sentía bien, si necesitaba algo. Es tan clásico, ¿No les parece?. Mi respuesta fue, "estoy muy bien, me siento bien y la pase fantástico". Corto y conciso.
Pobre, no le daba un centímetro de pie jeje.
Sobre la hora de la tarde, casi terminando mi horario de trabajo me escribió nuevamente insistiendo ahora con un  «¿Querés que te pase a buscar y cenamos o vamos al cine o damos una vuelta?»
¿Qué les enseña esto chicas? que lamentablemente tenemos que portarnos mal para que nos tomen con seriedad, aunque por supuesto no quería, esa no es mi forma de ser, esa no soy yo. Le respondí que esa noche no podía porque tenia planes. Y por supuesto, planes con mi almohada para relajarme y pensar un poco en donde estaba parada.
Al otro día el clásico saludo del buen día y una invitación a almorzar a la que accedí.
Sentadas en el restaurante intentó tomarme de la mano y le dije que no me parecía correcto, ella ahora un poco molesta dijo que estaba todo bien, que lo entendía. Ese clásico "esta todo bien" cuando no lo esta, pero de todas formas no me importaba. estaba decidida a ponerme por delante de sus requisitos.
Avanzando un poco en esto y para no dar tantas vueltas les hago un pequeño resumen.
Nos juntamos para almorzar ese día, al siguiente me invitó a tomar unos tragos en un bar muy copado, ella estaba vestida para matar y yo me moría de ganas, calculo que lo notó, porque a la hora terminamos reventadas en el mismo hotel de la otra noche.
La semana siguiente entre almuerzo y cena volvimos a hacerlo unos tres días más.
Al parecer las dos teníamos las mismas necesidades jeje, pero por supuesto la tenia cortita con demostraciones de amor o con el ponerse cursi.
La semana que le siguió fue de la misma forma. recién pasado los tres meses, tras sus miles de invitaciones y de las tantas formas de insistirme accedí a volver a su casa.
No me causó mucha gracia, pero me hice la fuerte, como si nada pasara. También esa noche, por supuesto estuvimos juntas.

No las quiero aburrir con lo monótono, vayamos al grano sobre lo que pasó.
Llegando a sábado me invita a un boliche muy conocido acá en esta cuidad, al principio dude, primero porque hay tantas caras conocidas, que parece que te estuvieran estudiando cada vez que te ven. A lo que se me ocurre preguntarme, si alguna de estas chicas tiene o no vida, pero bueno eso es otra cosa. Segundo porque siempre hay un problema cuando voy, o será mi karma, no lo sé.
Terminamos yendo al final. Y hablando de Karma, esto fue lo que pasó:
Nos pusimos a bailar, copa tras copa, risas y besos, nos picamos un poco.
Y la clásica de que siempre hay una que te mira como queriéndote comer. Y a la que no le ha pasado, ya mismo le digo que es una mentirosa jaja.
De un momento a otro, ella me dice, «Ya vengo voy al baño» "ok" fue mi respuesta y yo seguí bailando y disfrutando de la buena música.
Vuelve y a los minutos me dice de nuevo, "esperame que voy al baño de nuevo".
Le pregunto si estaba bien y me dice «Si si estoy muy bien ya vuelvo»
Ya empezaba a preguntarme que pasaba. No es que sea histérica chicas, pero una persona que va al baño dos veces en tres minutos, algo le pasa, o se siente mal, o tiene sistitis o tiene un gato encerrado en el baño... Si patético, ríanse, pero cierto.
Vuelve, bailamos un poco y ya la notaba algo perdida, quizás por el alcohol pensé en un principio, entonces mi mente ya empezaba a decir, es hora de irnos.
Me le acerco y le digo, «¿Vamos a tu casa?». Me responde: «Si, por supuesto, pero dejame ir al baño una última vez»
Esta bien, ella estaba mas picada que yo, debo contarles, pero de todas formas, había algo que no me cerraba, una intuición de cuernos viejos si les parece bien la acotación. Como dije estaba mas picada que yo, no se dio cuenta cuando me puse a seguirla por detrás hacia el baño.
Al llegar me quedo detrás de la puerta para ver que es lo que hacia. Se miraba al espejo, se lavaba las manos, miraba hacia los costados como buscando a alguien. Al segundo entra un gato de mini falda y remera escotada, pelo largo suelto y rubio teñido a base %100 alcohol, se trensan en un abrazo, se besan y se tocan (como digo yo) hasta las ganas de comer....

Moraleja:

Uno mismo elige tropezarse con la misma piedra...

jueves, 9 de enero de 2014

No es un sueño.

Ella pálida y robusta,
Si habrá sentido esos brazos,
Años de locura.
Cada una de sus marcas,
Son souvenirs de guerras vencidas.
Cada una de sus mañas,
Caprichos de discordias pérdidas.
Quizás no exista el perdón,
Pero más grande que eso
Es su corazón.
¿Cuántas veces verán por la calle al pasar,
Alguien que aún crea en el para siempre?
¿Que te recoja, te sostenga,
Te levante y te encamine,
Aún cuando ella misma
No pueda hacerlo?
Me pregunto si algún momento
Habrá bajado los brazos.
Si habrá llorado alguna derrota.
Fuerte desde la cabeza a los pies.
Dura como si la vida
Se fuera en un solo día.
Insistente, peleadora, real.
Real, más allá de mis sueños fantásticos,
Más allá de mis horizontes de cuentos.
Tan real como el amanecer
Reflejando sus rayos en las montañas.
Me pregunto en cuantas cosas piensa a la vez
Y a cuantas rechazó,
Solo por no ser.
Blanca, tierna, sonriente, alegre,
Encantada, enamorada,
Única, real y a la vez,
Todo lo que siempre soñé.

Solo me confieso

Sobre rayas escribo mi propaganda, me declaro impune a tus miedos, alejándome de tus fobias.
Asiento con la cabeza tu locura y así como lo hago, me dispongo a contar de uno hasta mil, hasta que finalices tu relato.
No soy perfecta, nunca busqué serlo, admito mis errores, me hago cargo de mi cólera y por momentos, razono mis palabras, aunque sólo después de vomitarlas.
No busco culpables, me conformo porque el daño ya está hecho y en la justicia todos mienten.
Si señalo con el dedo es porque estoy enojada y en minutos veo que mi grito en ellos, solo es una difonía para sordos.
No comparto la leche de mi desayuno, salvo cuando veo en ella que el día me tendrá con un sabor amargo.
No miento cuando me duelen las cosas, solo cuando del otro lado su certificado dice: "mitomano profesional recibido".
Le escapo a los dramas afectivos, son tradicionales y largos, que apenas si llego a escucharlos, mi mente se fue a otro lado.
No creo en los llantos forzados, porque el que llora con ganas, siempre se esconde para que no lo vean.
Nunca me gustaron los bandos, así como fácil se dan la mano, te la quitan si es conveniente.
Me castigo cuando no cumplo mis propios requisitos, me aborrece la flojera, aunque algunos piensen lo contrario.
Soy de las que van de frente, simplemente porque no me gusta andar inventando historias.
Siempre doy tres oportunidades, aunque desde la primera ya me pareces sólo un punto blanco.
Todo lo que veo es oro a mi alrededor.
Y oro será para mi, hasta que él mismo decida mancharse, rayarse, degradarse y/o mezclarse con la plata.

jueves, 2 de enero de 2014

Ella

Y la lluvia moja mis mejillas
Con esa divinidad pura
Que tan solo ella, fresca
Y limpia lo puede hacer.
Me brinda momento de sosiego,
Donde respiro profundo
Y mantengo la gracia
De asentarme en esta tierra,
Como responsabilidad de
Pertenencia.
He aquí el silencio y ella,
Con distintos tamaños
Y melodías.
Canta suave para mi
Vibra para mi
Baila para mi
Me cobija y vuelvo
A sonreír.