sábado, 30 de agosto de 2014

Comportamiento humano

No es amor el que devuelve regalos, esos que con tanto cariño hiciste porque en ellos, una parte de tu alma se transluce y enana ese momento de preparación que dedicaste con amor.

No es amor cuando cada discusión termina con la frase "quiero separarme".

No hay seriedad o maduración, quizás aceptación o compromiso.

De alguna manera es tan inmenso el cerebro humano, sus pensamientos, sus traumas, los miedos y valoración propia.

Lamentablemente, no siempre con palabras uno puede hacer ver al otro sus debilidades o flaquezas.

¿Existe un método para asegurar la permanencia del otro?
Más que abrir tu alma, tu corazón y tu casa, acompañado por respeto y compromiso, por supuesto.

De todas formas nunca es suficiente porque no existe una fórmula perfecta para el amor por siempre.

Aún ando en la búsqueda de pareja de muchos años, donde algunas de las actitudes antes mencionadas no haya fallado.

Así mismo en pareja uno es más débil que el otro emocionalmente, porque golpeados por la vida, venimos todos.

Solo hay que tener cuidado que esas reacciones de enojo, no vengan acompañadas de molestias que nada hacen a la pareja.

Digo esto, porque a veces de una manera inconsiente, estamos preparados para vivir solos y eso es lo que queremos para el resto de la vida.

El control de saber que dominamos el tiempo, las ganas, que solos no transitamos el camino de curvas, subidas y bajadas emocionales, por el contrario somos fríos y calculadores.

Entonces si volvemos a la forma consiente, empezamos a buscar fantasmas, o perseguirnos por un mensaje de texto de más o de menos, por los horarios, por si hubo comida casera o comprada, por si planificamos una salida de fin de semana, por si reaccionamos en la cama cada vez que se lo requiera, así como estos miles de motivos más.

Cuando estos fallan, tenemos la justificación para alejar al otro.

Entonces lo conciente y lo inconsiente se encuentran en un punto y en ese momento da una sensación de victoria, que dura un par de días y en el momento que pasa el efecto nos encontramos preguntándonos el por que de nuestra soledad.

El cerebro humano es un mapa gigante que aloja recuerdos desde que nacemos, de nuestros maestros los padres, de nuestra vida y entorno que nos ha costado estar donde hoy estamos.

Entonces la próxima vez que nos cuestionemos por que estamos solos y si el otro es el culpable, nos tomemos un momento de meditación para llegar al fondo de nuestra forma de ser, de comportarnos y de reaccionar ante la vida.

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