Y en el mas allá te encuentro,
Donde puedo rozarme con tu perfume,
Bendecir tu sonrisa que festeja mi llegada.
Desde el más allá, ahí fundido en los pensamientos más profundos,
Me gustaría devorarte. Pero antes de semejante expresión animal,
Elegiría mirar cada confín que tu cuerpo ocupa.
Desde cada lado suspirar
Como enciendes mi piel y hierves mi sangre.
Pues mi dulzura,
Hay tanto silencio en cada sonrisa mía,
Que no me alcanzaría un día entero,
Para mencionar las veces que te pienso.
Aunque a través de todo esto,
Debería decir que no debo.
Que el castigo sería inmenso,
Pues la mente todavía acompaña mi razón,
No así mi cuerpo que se descontrola ante tu presencia.
Mejor no mencionemos nada y sigamos actuando,
Como persona cerebrales y masoquistas que somos.
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