Que ya no quedó que más romper…
Fría, calculadora. La adultez me tomó
Por sorpresa
Y luego fui demasiado grande
Para aparentar que todo estaba bien.
Me descubrí una y otra vez en mi soledad.
Terminé siendo yo conmigo
Y los demás solo extraños…
Me limité, me acorralé,
Hasta que me acostumbré
A ser el peón en un juego de ajedrez;
Llena espacios vacíos cuando hace falta
Y es el primero en descartar
Cuando ya no se necesita.
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