domingo, 6 de diciembre de 2009

My Lord

Te extraño vestido fuerte
Cuando sonriente coqueteas.
Tu, creador de las palabras,
Apasionando cuerpo y alma.
Extraño tu mirada penetrante,
Tu abrazo certero,
La caricia concediendo calma.
Te extraño
Cuando proteges mis desvelos
Uniéndolos con los tuyos
Y tomas mi mano,
Derrochando la palabra princesa.

Te vi esa tarde,
No recordaba el último
Encuentro.
Me emocioné,
Pero no eras para mi
Y me pregunto a quien
Estarás entregando
Tus palabras y tu hombría.
Porque tus flores
No llegan
Y mis lagrimas tiñen
De amargura
La rapidez,
Con la que te alejas de mi.
Mientras evoco
Momentos
Que ya no están,
Esperando algún dia
Volverte a ver
Realizado para mi.

Y sumo otra noche sin dormir
Junto a mis sabanas mojadas
De tanto pronunciarte,
Jugando al intento de
Acercarte
Pidiéndome que salte,
Que me entregue sin temor,
Enloquezca de placer
Y me sienta libre de
Pedir a mi antojo
Cuantos besos
Destruyan mi rabia.

Pero despierto y
No concibo estremecer
Aunque me nazca bien adentro,
La caída de tus ojos.

No es queja My Lord,
Sino dolor
De saberte perdido
En otros caminos,
Regalando mis palabras
A todas las bocas
Sin acertar en la princesa
Que dejaste
Con la música en soledad.

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