Corta las venas el tallo, la sangre,
La piel angustiada.
Ruge y se eriza hasta la cien.
Mientras se estruja el estomago,
Hasta más no poder.
Limpio el cuchillo buscando la calma,
Lo rozo entre mis brazos calculando
La marca.
Lo imprimo en mi piel,
Lo degusto en todo mi ser.
Metalizado y ardiente,
Quisiera atravesarlo en infinitos lados.
Aniquilo el sendero,
Corto el deseo, la locura,
Lo insano que mi mente desee envolver.
Ni lerda ni perezosa,
Mis ojos de asesina,
Enloquecen al ver florecer
El color que ahuyenta la fe.
Me desvelo, me emociono
Y pienso,…
Quiero volverlo a hacer.
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