martes, 24 de octubre de 2017

Compañía ...

Me asomo desde un acantilado,
Hay un infinito que me observa
Desafiante, arrogante.
Sin embargo, el sol, en ese contraste, alucinante,
Lleno de matices rojos, anaranjados y amarillos
Imponente, bello y perfecto, descansa sobre el mar.
Luego bajo la mirada
Y una piedrita blanca
Transparente me pide
Que la recoja…
La tomo entre mis manos
Y me pregunto
¿Cuántos años y sacudidas tuvo?
¿Cuántos roces y golpes?
¿Cuántas largas noches a la deriva en el mar?
¿Y cuántos fueron sus días de gloria?
¿Cuánto le habrá costado llegar a donde llegó?
Luego pienso, la comparo conmigo,
Y la suelto con desprecio.
Luego me suelto yo…
Hay una guerra interna de pensamientos…
Demoro segundos y vuelvo a levantarla.
Se que es tan luchadora como yo.
La tomo entre mis manos y la llevo conmigo,

Para hacerle compañía o ella a mí.

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