No quisiera decirte lo
Mucho que me duelen tus palabras…
Pero vivirte es sentirme a
La orilla de un risco todos los días.
Por más de que te adorne,
Me engaño y
Vuelves a destrozarlo todo tarde o temprano.
Tu daño no avisa
Y eso es una muerte constante.
Mientras ahí andas, sin medirte en las
Consecuencias.
Abriéndote camino
Hacia el delito,
Sin que te importe,
Ni por un segundo,
Los restos que dejaste
Desde tu última aparición.
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