miércoles, 23 de febrero de 2022

Divinidad

 Aquel perfume de tu esencia en mi alma,

Esa que declara una y mil veces

Que nos pertenecemos,

Ha llegado aquí, para instalarse

Hasta en los más recónditos espacios de mi ser.

Hemos atravesado la historia del tiempo,

Conjugamos tantas veces el verbo discutir

Y aún así, sin entendernos;

Nos estábamos entendiendo más.

“Que haya democracia”, decías…

¡Que exista la libertad!, refutaba.

Pero qué más da, en esta diferencia,

Si con solo mirarnos,

El resto ya está de más.

Te elegí, te elijo y te elegiré

Tantas veces, como sea necesario,

En esta vida, para que me recuerdes

En la eternidad de todas las

Vidas que están por venir.

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