jueves, 4 de noviembre de 2010

Cálculos asintomáticos.

Es un explosivo minado de tormentos,
Que no termina de sorprender, con
Cada golpe hurgado en la misma pena.

Ya no tiene retorno,
No cumple su cuota,
Ni llena el olvido;
Encarnarse en otra piel,
Lastimarse en otras manos,
Saciarse la angustia,
Con deseos vacíos.

Yo no soy, no fui, ni seré...
-Escudo de quién ve un
Herido en la calle y
Sale corriendo-.

Lo hemos dicho todo
No quedó nada para después
Debería degollarte y me petrifico.
Por el solo hecho de no poder despertarte.

No tengo escudo, me has visto
A flor a piel.
Quizás fue ahí, donde me permití
Ceder...

Pero que será de mi,
Convertirme en una piedra,
Enmascararme en sonrisas,
Y por dentro jalarme ese grito
De silencio, que no termina de callar.

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