Esa que dejó la marca y se fue.
La que tatuó mi piel
Con la palabra recuerdo.
La que llenó de melodías mi alma.
Esa que se encargó de aparecer,
Para nunca más abandonarme.
La llevo guardada muy dentro
Del corazón
Y la saco a flote cada momento
Que pronuncian la palabra amor.
Esa que llenó mi mundo de fantasía
Con final feliz
Y contempló detenidamente
Mi caída al partir.
Esa que a veces me da vida
Y otras agonía.
La que satura mis cortes,
Para después desprenderme
En los puntos.
La que me da fuerzas,
Con tanta intensidad,
Con la que me las agota.
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