Me quedé con un teléfono en la mano,
Para no llamar a nadie.
Con la brisa arrebatada,
Con un corazón cortado en rebanadas.
Con la impresión de cuando a un niño
Le quitan su juguete preferido.
De cuando miras la luz
Y el foco se rompe.
Con la certeza de que sin previo aviso,
Me robaron el tiempo y la ilusión.
Así como cuando el río trae creciente,
Barre con todo y te avisan cinco minutos antes
Para salir y lo mismo te ahogas.
Tuve que despedirme de mi cama,
Como si fuera de hotel, que cuando
Cambian las sábanas,
A la media hora, ya hay otra durmiendo ahí.
Con prisa, sin llanto, con una promesa
Sin cumplir,
Con algunas palabras que se perdieron en el viento.
Y otras que fueron inventadas.
Con una palmadita en la espalda,
Cómo de quién dice,
Te muestro que me intereso,
Pero en realidad no me importa.
Con todo eso me quedo,
O sea...
Con nada.
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