Pasa que no he aprendido a pedir ayuda,
No estoy acostumbrada a ser la primera
Que hable.
No es que no tenga que decir,
Solo es que no se como hacerlo.
Mi orgullo no me enseñó
A pedir disculpas.
Cuando lo hago es porque
Realmente lo siento y
Sale desprendido como vuelo violento.
Aún con mis largos años de edad,
Estoy aprendiendo a solucionar problemas
Y se que lo roto no vuelve a su lugar;
Sus marcas y el recuerdo de su
Golpe o caída me lo demuestran.
Aún sigo luchando por ser auténtica,
Por mirar de frente y pararme recta.
Aún sigo evitando conversaciones
Que me hieren el alma.
Del mismo modo; me endurezco
Como una piedra, para no llorar.
Aún sigo con sueños e ilusiones utópicas.
Aún me cuesta plantarme con los pies
En la tierra.
Aún me escondo de los que buscan mi verdad.
Aún me repito día a día
Que todo va a mejorar.
El poder llorar es liberador... Ojala que encuentres el abrazo que tanto buscas, un abrazo que te llene por completo.
ResponderEliminarMuchas gracias!
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