Despertando de un sueño profundo,
Donde mis armas están caídas.
El viento me sacude la pérdida.
No hay desperdicio,
Te has llevado hasta las sobras
De este viejo amor.
El silencio guarda los secretos
Discretos de esa lucha constante,
Qué se esfumó al cerrar
La puerta de los sueños rotos.
Una calma atrofia mis sentidos
Y me quedo preguntando
De que vale el amor,
Si todo es tan complejo
Cuando se trata de querer,
Si las promesas son sauces
Qué lloran en un río seco.
Y para apremiar este momento
Yo parto y tu te vas.
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