Las palabras a veces no salen fácilmente.
Se enredan en una encrucijada,
Se marean cuando no se reconocen,
Se exaltan si se contradicen.
Es todo un hecho que en el interior
Una guerra ocurre
Y solo las vencedoras salen a flote.
A veces ganan en daño
Y salen escupidas ferozmente,
Sin masticarse, devastando el exterior.
Ninguna de las vencidas dentro pueden repararlo luego.
Otras veces salen las amadas,
Esas que luchan una y otra vez
Con la conciencia,
La debilitan a tal punto que ellas
Se aferran junto a la duda
Para retomar sus fuerzas.
Una vez a flote, salen suaves,
Con gentileza.
Algunas se contentan con ser recibidas,
Otras se esconden en la esquina
De la vergüenza, luego de ser
Desvalorizadas.
Nuestro ser conjuga por segundo
Miles de batallas.
La mente juega a ser paredón,
La conciencia un filtro
Y la experiencia el detonador entre ellas,
Que va midiendo en su punto justo,
Sin alteración,
Cuales deben ser entregadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario